sábado, 31 de diciembre de 2011

Saber de música

Disfrutar de la música. Kristine Forney y Joseph Machlis. Traducción de Alfredo Brotons Muñoz. Akal, Madrid, 2011. 768 páginas + 2 CD (100 ejemplos musicales en mp3). 90 euros.

Uno de los principales obstáculos que muchos encuentran a la hora de acercarse a la llamada música clásica se asienta en un prejuicio muy extendido: eso es cosa de entendidos, hace falta saber (de) música... Pero, ¿qué es saber (de) música? ¿Tener conocimientos de historia, de teoría, tocar un instrumento, leer una partitura...? La música ha acompañado siempre al hombre, y durante milenios nadie se hizo ese tipo de preguntas. Es cierto que en Occidente la práctica musical culta se ha convertido en una actividad altamente especializada. Pero para disfrutar de la música no se necesita ser un intérprete virtuoso, como para gozar de un Van Gogh no hace falta haber concebido antes una teoría de colores.

John Ruskin escribía hace más de cien años: "Pedimos al arte que fije lo huidizo, que plasme lo incomprensible, que dé cuerpo a lo que no tiene dimensiones y que inmortalice las cosas efímeras. El verdadero fin del gran arte es lo infinito y lo maravilloso, que el hombre puede constatar sin comprender y amar sin saberlo definir". Hay un componente en las obras de arte que para ser captado no precisa del pensamiento reflexivo. Una mezcla de intuición y sensibilidad permite a millones de personas en el mundo gozar con una fuga de Bach o un nocturno de Chopin sin saber ni siquiera lo que significan esas palabras.

Esta reivindicación de la intuición no supone desdeñar el conocimiento de los fundamentos musicales, de los entresijos y el contexto de la creación como forma de incrementar el disfrute. Conocer la forma de una pieza musical, la motivación de su escritura o las características de su estilo pueden ayudar a penetrar en ella y a gozar más durante su escucha. En la bibliografía española existen muchas guías que pretenden justamente esto: ofrecer herramientas para una escucha más activa. Akal acaba de publicar la mejor de todas las que conozco.

Disfrutar de la música es una obra que se publicó por primera vez en Estados Unidos en 1955 con un éxito extraordinario, hasta el punto de que se ha reeditado nueve veces. Es la décima edición, aparecida en 2007, la que ahora Akal ofrece al aficionado castellanoparlante. Y lo hace de forma espectacular, con el cuidado característico de la editorial madrileña en traducción, impresión e ilustraciones. La obra incluye unos primeros capítulos en los que se explican con sencillez algunos conceptos teóricos y se plantea luego como una historia de la música guiada, repleta de ejemplos comentados (que remiten a dos cedés adjuntos), cuadros y gráficos de diverso tipo, que le dan un notable valor didáctico. El glosario y el índice analítico de los apéndices favorecen que nadie se pierda por sus casi 700 páginas. Destinada en origen al público estadounidense, quizá la única objeción (menor) que quepa hacerle es que a partir de 1900 (se incluyen capítulos dedicados al jazz, el rock y la música de cine) la perspectiva se americaniza en exceso, quedando las vanguardias europeas en discreto segundo plano. Una publicación muy útil para todo tipo de melómanos, no importa lo que sepan de música.
[Diario de Sevilla. 24-12-2011]

sábado, 24 de diciembre de 2011

Otra vuelta a Haydn

[La OBS con Christophe Coin durante la grabación del disco]
Reciente aún su Premio Nacional de Música, la Orquesta Barroca de Sevilla acaba de poner en circulación dos nuevas referencias discográficas. La segunda de ellas (por orden estricto de salida al mercado), inscrita dentro del proyecto Atalaya y dedicada a quien en el siglo XVIII fuera maestro de capilla de la Catedral de Sevilla durante casi cuarenta años, el barcelonés Pedro Rabassa, será presentada próximamente y entonces habrá tiempo de dedicarle unas líneas. Pero para la expansión internacional del nombre de la orquesta acaso tenga más importancia la primera, un trabajo excepcional con el que la OBS vuelve al compositor con el que hizo sus primeras armas discográficas, Joseph Haydn (qué lejanas quedan ya aquellas Siete palabras publicadas por el sello Lindoro).

La comparación entre ambos registros es oportuna porque sirve para apreciar el camino recorrido por el conjunto en poco más de una década, ese que justifica de sobra su prestigio actual y sus galardones. Primero, en los aspectos puramente materiales, como el diseño del producto final o la toma de sonido, que han pasado de lo primario a lo excelente. Segundo, y más importante, en la propia entraña musical: si aquella grabación servía para presentar a un conjunto entusiasta, brioso y competente, que mostraba una potencialidad de crecimiento indudable, esta ofrece ya el perfil de un grupo maduro, asentado, con un fraseo que se ha hecho de una exquisitez soberbia, un empaste irreprochable y una calidad individual por atriles que no tiene nada que envidiar a ningún conjunto europeo de sus mismas características.

El trabajo con Christophe Coin, uno de los grandes especialistas actuales en Haydn, ha hecho que la OBS encuentre un perfecto punto de equilibrio entre la redondez sonora y el dramatismo musical, entre la conjunción de las partes y la excitación de los contrastes. En materia de articulación, fraseo y ataques no se encuentra aquí la incisiva extremosidad de algunos de los grupos alemanes más activos y reconocidos en este repertorio (Barrocos de Friburgo, Akademie de Berlín), sino una visión mucho más moderada, que integra la tradición apolínea de las orquestas clásicas con los claroscuros y la teatralidad que aportaron desde los 80 los conjuntos historicistas, sin perder de vista ni la naturaleza superficialmente apacible de estas músicas ni su variada y honda trama de recursos antiguos y modernos manejados por el compositor.

El repertorio incluido en el CD es otra de las importantes bazas que juega la OBS, pues estas sinfonías de Haydn, que incluyen partes obligadas para violonchelo, las número 13, 31 y 36 de su catálogo, escritas casi con total seguridad entre 1762 y 1765, no son demasiado comunes en el repertorio de los conjuntos especializados. Son obras en las que los principios concertantes están muy presentes, lo que permite no solo el lucimiento de un Christophe Coin de esplendoroso sonido, cálido y profundo, sino también el del concertino, Pablo Valetti esta vez, el de la flauta, Guillermo Peñalver, o el de los trompistas, nada menos que cuatro para la muy peculiar Sinfonía nº13.
[Diario de Sevilla. 10-12-2011]


FRANZ JOSEPH HAYDN (1732-1809): SINFONÍAS CON "VIOLONCELLO OBBLIGATO" 13, 31 Y 36
Orquesta Barroca de Sevilla (concertino, Pablo Valetti)
Solista y director: Christophe Coin

1. Sinfonía nº13 en re mayor Hob.I.13
2. Sinfonía nº31 en re mayor Hob.I.31
3. Sinfonía nº36 en mi bemol mayor Hob.I.36
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OBS PROMETEO OBS-005 (Diverdi) [75'08'']
Grabación: Octubre de 2010


Haydn: Finale (Moderato molto) de la Sinfonía nº31. [10'09''] OBS. Coin.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Crónicas giennenses 2011

[Antigua Carnicería de Baeza. Detalle de la fachada]
El Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza ha cumplido su decimoquinta edición en espectacular estado de forma que, me temo, no será repetible en el futuro, al menos en el más cercano. Dudo mucho que el año que viene (y los siguientes) su director Javier Marín vaya a contar con el presupuesto de esta vez y con la generosa aportación tanto del Centro Nacional de Difusión Musical del INAEM como de un proyecto provincial que tiene como objeto la conmemoración del octavo centenario de la batalla de Las Navas de Tolosa, lo que le ha permitido tramar en este año una programación densa y de altísima calidad. Quizá haya que marcar una raya, como con las aguas de las riadas en los pueblos: hasta aquí llegó el FMAUB en el otoño de 2011.

Estuve como otros años unos días en Jaén disfrutando, en compañía de algunos amigos que allí encontré, de un clima estupendo, una gastronomía exquisita y unos conciertos magníficos. Llegué a Baeza el sábado 3 a mediodía con tiempo para asistir a la actuación de Fahmi Alqhai, que cerraba así su participación en un Curso de Interpretación de viola da gamba que la UNIA (Universidad Internacional de Andalucía) organizó dentro del Festival. El recital tuvo lugar en el Paraninfo de la Antigua Universidad, justo al lado del aula de Antonio Machado, que enseñan a los visitantes como una estampa congelada en el tiempo. Alqhai ha ido refinando con los años los programas que ofrece en solitario y hasta Baeza trajo un Improvising through the spirit of gambo que es un bien trabado recorrido por las posibilidades del instrumento, que parte cronológicamente de Tobias Hume y deriva en Jimi Hendrix, después de pasar por Gaspar Sanz, Marin Marais o El cant del ocells, dedicado emotivamente a la memoria de Montserrat Figueras.

Por la noche, en el Auditorio del Hospital de Santiago de Úbeda actuaban la Capella de Ministrers de Carles Magraner y el Coro de la Generalidad valenciana en un programa dedicado a Tomás Luis de Victoria, que el grupo lleva moviendo desde hace más de un año (grabación incluida) y era una de las contribuciones del CNDM al Festival. Un Victoria con instrumentos (demasiada flauta para mi gusto), cantado y tocado con intensidad, en versiones descarnadas, con algunas irregularidades, pero que mostró que hoy por hoy el coro valenciano es, aun en versión reducida, de los mejores de España. Visión atenta a la horizontalidad de la música, a los choques de timbres, algo diferente a lo que suele oírse en este repertorio.

El domingo 4 al mediodía había un concierto del grupo de Eduardo Paniagua en el Museo de la Batalla de Las Navas de Tolosa, situado en la localidad de Santa Elena en Despeñaperros. No pude asistir porque el programa de actividades era muy denso y no podía permitirme estar cuatro días sin trabajar. Salí en cualquier caso a dar un paseo algo después de la 1 de la tarde y tuve la suerte de pasar por delante de la Iglesia de la Santa Cruz en el momento en que el Ensemble Organum ensayaba. Como el templo estaba abierto al público me senté y escuché un rato, hasta que una amable señorita vino a sacarme de mis ensoñaciones avisándome de que en aquel justo momento la iglesia se cerraba al visitante y yo me había quedado solo. Puse mala cara, pero fue sin querer.

[Ensemble Organum en Sta. Cruz]
Por la tarde, la actividad se trasladaba en efecto a Baeza, con un concierto en el Auditorio de las Ruinas de San Francisco a cargo del conjunto La Chimera, cuyo titular podría ajustarse bien, como variación, a aquel poema de Mario Benedetti que cantó Serrat: Los (in)formales y el frío. Informal el programa: Del tango argentino al madrigal italiano: Buenos Aires madrigal (del que hay grabación). Frío el que se pasó allí dentro, todos sentaditos durante una hora y pico. Hay calefacción, pero hace mucho ruido y se quita durante los conciertos... El espectáculo era original en su fusión de elementos, pues a una instrumentación barroca típica (violines, violas, guitarras, laúdes) se sumaba un bandoneón, que participaba aportando color en las obras antiguas, de igual modo que las violas sonaban con los tangos. Los solistas vocales eran la argentina Susanna Moncayo, a la que no conocía, y el barítono Furio Zanasi, que se destapó como un muy buen intérprete de tangos, incluida una correctísima pronunciación española con acento porteño. El problema del concierto fue que funcionó mucho mejor la parte argentina, que además era considerablemente más amplia, que la antigua. Si El día que me quieras resultó muy atractivo fundido con el Chiome d'oro de Monteverdi y en el Tu se'morta del Orfeo, Zanasi mostró lo mejor de su sentido de la frase y de la retórica, hubo demasiada rutina en el resto de las piezas cantadas y los madrigales interpretados instrumentalmente resultaron de insufrible sosería.

A las 23.59 estaba programado esa misma noche el concierto del Ensemble Organum en la iglesia de Santa Cruz en una de las iniciativas más originales, y finalmente más exitosas, del festival de este año, estas citas nocturnas para la conmemoración anticipada del octavo centenario de la batalla de Las Navas de Tolosa. El estreno tuvo el característico toque Organum: cuarteto vocal (Sicot, Candau, Tavernier, Pérès) deambulando por distintos espacios de la pequeña iglesia románica para interpretar un repertorio de canto llano y primitivas polifonías extraídas de manuscritos procedentes de San Marcial de Limoges, Moissac y Santiago de Compostela (el Congaudeant Catholici del Calixtinus). El estilo, el de siempre, orientalista: personalidad perfectamente reconocible de cada voz, emisiones irregulares, floridas ornamentaciones, disonancias... todo muy expresivo y muy intenso.

[Órgano de San Andrés de Baeza]
A mediodía del lunes 5 había programado un apetitoso recital de Lorenzo Ghielmi en el órgano de la iglesia de Santa María del Alcázar y San Andrés de Baeza. El instrumento, construido originalmente hacia 1780, posiblemente por Fernando Antonio de Madrid,  fue incluido, por su buen estado de conservación, en el plan Andalucía Barroca y restaurado en 2007 por el taller de Gerhard Grenzig. La sonoridad del órgano es espléndida: la trompetería horizontal, tan característica de los órganos ibéricos, suena con espectacular nitidez, los flautados son muy delicados y los registros de lengüeta graves muy sugerentes. Ghielmi, en maestro total, hizo buen uso de todos los recursos del instrumento con un programa muy variado, de Sweelinck a Cabanilles, Frescobaldi y Storace (brillantísima su Spagnoletta). El cierre, con el impresionante Praeludium, Fuga & Postludium de Georg Böhm (casi con total seguridad, maestro de Bach en Lüneburg) quedó resonando en mis oídos durante un buen rato.

Por la noche había que volver a Úbeda, pero esta vez no al Hospital de Santiago sino a la imponente Sacra Capilla del Salvador, espacio privado vinculado a la Casa Ducal de Medinaceli, donde se celebraba el segundo concierto dedicado a Tomás Luis de Victoria programado a través del CNDM. El Ensemble Plus Ultra de Michael Noone presentaba un programa mariano (muy propio del tiempo político que vivimos, pues), que incluía entre otras obras una misa policoral (Ave Regina a 8). Noone ha ido registrando en los últimos años una importante colección de música de Victoria en el sello Archiv gracias a la financiación de la Fundación Caja Madrid. Universal Spain acaba de publicarla completa en una muy mona cajita que contiene los 10 cedés. La interpretación de Noone y su grupo tiene todas las virtudes del proverbial sonido británico: afinación impecable, empaste perfecto, brillo, claridad, redondez... y también sus defectos, que se sustancian en una cierta impersonalidad tímbrica que conduce a la asepsia expresiva. Todo el mundo salió en cualquier caso levitando, y lo cierto es que ese estilo interpretativo aplicado a la gran polifonía renacentista provoca de forma generalizada ese efecto en la inmensa mayoría de los aficionados. Yo lo disfruté, porque es casi imposible no gozar de esa música majestuosa, pero prefiero versiones que den más importancia a la individualidad de los timbres, más horizontales, más terrenales.

A medianoche se repetía la experiencia del día anterior, pero esta vez en un espacio singular, la bautizada como Sinagoga del Agua, también un Úbeda, un recinto descubierto en 2007 durante unas obras para la construcción de bloques de viviendas y que ha sido restaurado y puesto en valor. El espacio, que puede visitarse desde 2010, incluye varias salas, entre ellas la del Mikveh o baño ritual, según nos explicaron uno de los pocos que se conservan en Europa. El concierto tuvo lugar en lo que debió ser la propia sinagoga y contaba con Begoña Olavide y su grupo Mudéjar que, en formación de trío (a Olavide se unieron Giovannello de Genaro y Ramiro Amusategui) ofrecieron un recorrido por romances sefardíes conservados en el Magreb. La tendencia a la medievalización de este repertorio, que se ha conservado en recopilaciones y cancioneros muy tardíos, es habitual, y aquí tuvimos una nueva muestra, con uso de instrumentos típicos de la Edad Media (laúd, salterio, fídula) y técnicas de vocalización de indudable vinculación con el Mediterráneo oriental. Al final, pasada la una de la madrugada, nos dejaron visitar todas las salas, incluso con guía. Fue bonito.

Al día siguiente, desayuno y viaje. Hacer coincidir la visita con el Festival de Música Antigua me parece especialmente acertado, pero si no, cualquier época del año es buena para conocer estas dos preciosas ciudades de Jaén, auténtico oasis renacentista en la barroca o islámica Andalucía. Además, uno puede encontrarse con Antonio Machado por las calles del pueblo, y hasta compartir un banco...

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Acampada en el Real

[Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny de Kurt Weill en el Teatro Real. © Javier del Real]
De las cuatro óperas compuestas a finales de los años 20 sobre textos de Bertolt Brecht, Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny es, junto a La ópera de los tres centavos, la obra de Kurt Weill (Dessau, 1900 - Nueva York, 1950) que más interés despierta en nuestros días. Estrenada en marzo de 1930, Mahagonny forma parte de un conjunto de títulos escritos por diversos compositores (Hindemith, Krenek, el propio Weill) en la Alemania de Weimar contra el hedonismo consumista generado en la posguerra, aquellos felices años 20 que sirvieron como plataforma para catástrofes aún mayores de las que le precedieron. El crack del 29, con su gran depresión adherida, es posterior al texto de Brecht. Su crítica corrosiva (e ingenua) se lanza pues contra el sistema capitalista en su fase expansiva, no contra los efectos de la crisis.

Con Mahagonny (en versión inglesa) Gérard Mortier hizo su presentación oficial en el Teatro Real, ya que se trata de la primera producción propia del coliseo madrileño bajo su dirección. El intendente belga la puso en manos de Alex Ollé y Carlus Padrissa, esto es, La Fura del Baus, que enfatizaron, si ello es posible, el carácter antisistema de una obra que es en sí pura metáfora de un régimen social corrupto, que aquí se quiere fundado sobre la misma podredumbre, pues la ciudad se levanta sobre un estercolero. La puesta en escena de La Fura prescinde esta vez del componente tecnológico y las proyecciones de vídeo a los que recurren últimamente con frecuencia, para profundizar en la dirección de actores. Las soluciones teatrales del grupo catalán funcionan especialmente bien en el segundo acto, cuando se representa el resurgir ficticio de la ciudad apoyado en los placeres sensuales (comida, bebida, sexo, lucha), y se hacen algo más previsibles en el final, cuando tras la condena que marca bien la demagogia de Brecht (Jim MacIntyre condenado a tres días de cárcel por matar a un amigo y a muerte por beber tres botellas de whisky sin pagarlas), la escena se puebla de una masa humana con pancartas que parecen adelantar las acampadas antisistema de los últimos meses. El mensaje anticapitalista, centrado en la crítica del dinero y las falsas libertades que procura, resulta tan primario y simplista como de costumbre. En eso, sin duda, la vigencia de la obra es absoluta.

A las tópicas obviedades del texto hay que sumar la música reconocible de un Weill tan elemental y hábil con ritmo y melodía como siempre. Lo mejor de la función es la dirección tensa y aristada del granadino Pablo Heras-Casado, que en su debut a lo grande en el Real enaltece la obra otorgándole un tono no lejano al del expresionismo. Del elenco, destacan el encanto, entre lo ligero y lo lírico, de Maesha Brueggergosman y el canto oscuro y noble de Willard White. Jane Henschel, Donald Kaasch, Michael König, John Easterlin, Otto Katzmaier y Steven Humes completan con nota el reparto. Un espectáculo sólido, que ha sido exportado con éxito al extranjero.
[Diario de Sevilla. 3-12-2011]


KURT WEILL (1900-1950): RISE AND FALL OF THE CITY OF MAHAGONNY
ópera en tres actos con libreto de Kurt Weill, traducido al inglés por Michael Feingold

Jane Henschel, mezzosoprano (Leocadia Begbick)
Donald Kaasch, tenor (Fatty, el procura)
Willard White, bajo (Trinity Moses)
Measha Brueggergosman, soprano (Jenny Smith)
Michael König, tenor (Jim McIntyre)
John Easterlin, tenor (Jack O'Brien / Tobby Higgins)
Otto Katzmaier, barítono (Bill, la hucha)
Steven Humes, bajo (Joe, lobo de Alaska)

Orquesta y Coro del Teatro Real
(Orquesta Sinfónica de Madrid - Coro Intermezzo)
Director musical: Pablo Heras-Casado

Directores de escena: Alex Ollé y Carlus Padrissa (La Fura del Baus)
Escenografía: Alfons Flores
Vestuario: Lluc Castells
Iluminación: Urs Schönebaum

Producción del Teatro Real de Madrid

Director de vídeo: Andy Sommer

Subtítulos en inglés, español, francés y alemán
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DVD BEL AIR BAC067 (Harmonia Mundi) [138']
Grabación: Septiembre de 2010



martes, 29 de noviembre de 2011

Rigoletto en Sidney

[Rigoletto en la Ópera de Australia]
En septiembre de 2010 la Ópera de Sidney recuperó la producción de Rigoletto de Elijah Moshinsky (Shanghai, 1946), un trabajo de 1991 que se ha convertido ya en un clásico y que llega al DVD a través del sello Opera Australia, marca que Diverdi ha comenzado a distribuir en España.

Moshinsky entiende la ópera de Verdi como un auténtico thriller psicológico y por ello traslada la acción a la segunda mitad del siglo XX. El ambiente de depravación social que hace posible la tragedia queda bien marcado desde la primera escena, con una fiesta de ecos fellinianos (ese remedo de Anita Ekberg posando para las cámaras) y una chabacanería que refuerza el director musical Giovanni Reggioli con un tempo extremadamente rápido, haciendo aún más grotesco el comportamiento de una burguesía retratada con saña.

En Rigoletto, el tema de las relaciones paternofiliales, tan presentes siempre en Verdi, se mueve por los cauces de una indiscriminada crueldad que, salvo a Gilda, la víctima propiciatoria, a todos toca y que Moshinsky parece querer enfatizar envolviéndola con la hipocresía de los esmóquines y las corbatas. La siniestra sordidez del mundo de Sparafucile, que aquí regenta un bar, se cruza así con el incontenible deseo sexual del Duque y el resentimiento culpable del bufón, quien, tratando de proteger a su hija de la corrupción y el sexo, la deja indefensa para enfrentarse al mundo sentimental que acaba por devorarla. Todos mienten en Rigoletto, y esa atmósfera de amoralidad toma en el drama visto por Moshinsky un peso superior al fatalismo metafísico que parece impregnar otras versiones, lo cual justifica de sobra la trasposición temporal. Se mantiene fresca esta producción australiana del Verdi más popular.

La dirección musical de Giovanni Reggioli plantea en cambio algunas dudas por su dislocación en el tratamiento de los tempi y una tendencia a saturar el sonido orquestal en los clímax en forte de la partitura. El elenco, espléndido de forma genérica en su faceta actoral, presenta alguna debilidad, como la del joven tenor Paul O'Neill, algo verde para el papel del Duque, pues aunque canta con intensidad y brillo su famosa aria, tiene evidentes problemas con el paso de registro y con un fraseo demasiado tosco. El británico Alan Opie está en cambio convincente en el papel protagonista: impecable en la línea, es siempre muy expresivo y acaba resultando conmovedor en su desgracia. La estrella resulta ser en cualquier caso la soprano Emma Matthews, nacida en Inglaterra pero formada en Australia, que muestra una bella voz lírica, bien timbrada, tersa y fresca, pese a que ya no es joven, pues ronda la cuarentena. Algo más ajada, aunque de eficaz dramatismo la voz de la mezzo Elizabeth Campbell en el papel de Maddalena (dobla además como Giovanna). De entre los comprimarios, preferible el Sparafucile cantábile de David Parkin al oscuro y tenebroso Monterone de Gennadi Dubinsky.
[Diario de Sevilla. 26-11-2011]


GIUSEPPE VERDI (1813-1901): RIGOLETTO
ópera en tres actos con libreto de Francesco Maria Piave basado en el drama Le roi s'amuse de Victor Hugo

Alan Opie, barítono (Rigoletto)
David Corcoran, tenor (Borsa)
Christopher Hillier, barítono (Conde Ceprano)
Andrew Moran, barítono-bajo (Marullo)
Paul O'Neill, tenor (Duque de Mantua)
Jane Parkin, soprano (Condesa Ceprano)
Gennadi Dubinsky, bajo (Conde Monterone)
David Parkin, bajo (Sparafucile)
Emma Matthews, soprano (Gilda)
Elizabeth Campbell, mezzosoprano (Giovanna / Maddalena)
Jodie McGuren, soprano (Un paje)
Clifford Plumpton, barítono (Un ujier de la corte)

Opera Australia Chorus (director, Michael Black)
Australian Opera and Ballet Orchestra
Director musical: Giovanni Reggioli

Director de escena: Elijah Moshinsky
Escenografía y vestuario: Michael Yeargan
Iluminación: Robert Bryan

Director de vídeo: Cameron Kirkpatrick

Subtítulos en inglés, francés, alemán, español e italiano
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DVD OPERA AUSTRALIA OPOZ560009DVD (Diverdi) [c.131']
Grabación: Septiembre de 2010



viernes, 25 de noviembre de 2011

Beethoven y el metrónomo

[Riccardo Chailly al frente de la Orquesta de la Gewandhaus en su sede de Leipzig]

El 17 de diciembre de 1817, Beethoven publicó en un periódico musical de Leipzig indicaciones metronómicas para sus primeras ocho sinfonías. El metrónomo acababa de ser patentado aquel mismo año por Johann Nepomuk Mälzel, y Beethoven, que había colaborado con el inventor, lo recibió con entusiasmo. La consulta de estas indicaciones revela cómo a lo largo del siglo XIX los directores fueron ralentizando los tempi hasta crear una tradición absolutamente alejada de las ideas originales del músico.

A menudo, la cuestión de las indicaciones metronómicas de Beethoven ha salido a la luz, considerándose imposibles de cumplir. La esperada integral sinfónica de Riccardo Chailly para Decca vuelve a ponerla de actualidad, pues el maestro italiano confiesa haberlas tenido muy en cuenta. El resultado: si mis datos no me engañan, la más rápida integral de la historia de la fonografía, con un total de 317 minutos y 34 segundos empleados (frente a los, por ejemplo, 333'57'' de Van Immerseel).

En el dilema eterno entre Clasicismo y Romanticismo aplicado a la música del de Bonn, Chailly podría considerarse casi un hiperclásico. Al frente de la Gewandhaus de Leipzig, una de las orquestas con mayor tradición beethoveniana de la historia (ya en 1826 ofreció una primera integral de las sinfonías), el director milanés limpia las obras de prácticamente todas las adherencias románticas que tienen que ver con el exceso de pathos, y curiosamente no lo hace a partir de la edición Urtext de Jonathan del Mar, sino recurriendo a la antigua de Peters, que él mismo ha retocado.

El resultado no es apto para los amantes del Beethoven centroeuropeo más tradicional, el Beethoven denso, épico y trágico de un Karajan, un Masur o un Barenboim. Pese a manejar una orquesta amplia, Chailly evita las brumas y el exceso de peso con unas articulaciones nítidas y afiladas y un equilibrio instrumental que, aun sin privilegiar las maderas como hacen los historicistas con contingentes de cuerdas más reducidos, deriva en una paleta de colores que llega hasta lo deslumbrante (Pastoral, ). Eliminar el énfasis sobre la épica no supone para Chailly falta de dramatismo, que apoya en grandes contrastes dinámicos, contundencia en los ataques y un trabajo intenso para destacar determinados aspectos rítmicos (el principio de la Eroica resulta aquí especialmente sincopado). En cualquier caso, la elección de tempi es la que marca el sentido de unas interpretaciones que se hacen por momentos fulgurantes. Curiosamente y , las más clásicas, parecen algo prosaicas, pero a partir de la la batuta va imponiendo un impulso de avance permanente, desbrozando el camino de sentimentalidad y solemnidad excesivas (Marcha fúnebre de la mucho más lírica que trágica), trazando filigranas en los finales (, , pura danza, …), y ello sin eludir por supuesto el contenido retórico que explota en la . Las ocho oberturas de complemento son un pletórico estallido de luz y energía liberadora. Dará que hablar.
[Diario de Sevilla. 19-11-2011]


LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): THE SYMPHONIES

Katerina Beranova, soprano
Lilli Paasikivi, mezzosoprano
Robert Dean Smith, tenor
Hanno Müller-Brachmann, bajo-barítono
GewandhausChor
GewandhausKinderchor
MDR Rundfunkchor
Gewandhausorchester
Director: Riccardo Chailly

CD 1
1. Sinfonía nº1 en do mayor Op.21
2. Obertura Las criaturas de Prometeo Op.43
3. Sinfonía nº2 en re mayor Op.36
4. Obertura Leonora III Op.72a

CD 2
1. Sinfonía nº3 en mi bemol mayor Op.55 Eroica
2. Obertura Fidelio Op.72b
3. Sinfonía nº4 en si bemol mayor Op.60

CD 3
1. Obertura Coriolano Op.62
2. Sinfonía nº5 en do menor Op.67
3. Sinfonía nº6 en fa mayor Op.68 Pastoral


CD 4
1. Obertura Egmont Op.84
2. Sinfonía nº7 en la mayor Op.92
3. Obertura Las ruinas de Atenas Op.113
4. Sinfonía nº8 en fa mayor Op.93

CD 5
1. Obertura Para la onomástica Op.115
2. Obertura Rey Esteban Op.117
3. Sinfonía nº9 en re menor Op.125 Coral
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5 CD DECCA 478 2721 (Universal) [70'59'' - 77'15'' - 75'34'' - 73'31'' - 75'00'']
Grabación: Junio de 2007 (Coriolano, ), Mayo de 2008 (), Septiembre-Octubre de 2008 (), Diciembre de 2008 (), Enero de 2009 (), Mayo de 2009 (Leonora, Ruinas de Atenas, Egmont, , ), Septiembre de 2009 (Fidelio, Prometeo, ), Noviembre de 2009 (Para la onomástica, Rey Esteban, )





domingo, 20 de noviembre de 2011

Schoenberg a la moda

[Von Heute auf Morgen de Schoenberg en La Fenice]
En el año 2008 el Teatro La Fenice de Venecia tuvo la audacia de programar los populares Payasos de Leoncavallo haciendo pareja con una obra de Arnold Schoenberg apenas interpretada, Von Heute auf Morgen (De hoy a mañana), una ópera en un acto estrenada en febrero de 1930 con apreciable éxito, pero enseguida olvidada. Después del monodrama Erwartung, de 1909, y de La mano feliz, drama con música escrito entre 1908 y 1913, aunque no estrenado hasta 1924, Schoenberg no volvió al mundo de la ópera hasta finales de los años 20, y lo hizo cuando su alumno Alban Berg había triunfado clamorosamente en toda Europa con Wozzeck y cuando en la Alemania de Weimar hacían furor Kurt Weill, Paul Hindemith o Ernst Krenek con obras sobre lo cotidiano que ridiculizaban con acidez las formas de vida de la burguesía de la época.

El autor de Moisés y Aarón, obra en la que por cierto ya trabajaba por entonces, quiso ponerse así a la moda y escribió una comedia sobre un matrimonio enfrentado a la rutina de su convencional vida en común, y lo hizo sin renunciar a su estilo, pues, aunque se respeten las formas de la ópera clásica (recitativos, ariosos, dúos, concertante), la obra es dodecafónica, de escritura densa, aunque con cierta apariencia de tonalidad y un uso abundante del contrapunto (muy significativamente en el cuarteto final). Pese a ello, Schoenberg consigue un inteligente toque de ligereza gracias al ritmo, que llega a ser chispeante, y a una orquestación que incluye instrumentos poco corrientes (guitarra, mandolina, piano, flexatón).

El libreto de la obra está firmado por Max Blonda, seudónimo de la segunda esposa del compositor, Gertrud Kolisch, aunque se sabe que el músico intervino muy directamente en su escritura. Esta parodia de las parejas modernas, categoría a la que acaban renunciando los protagonistas ("Mamá, ¿qué son gente moderna…?", pregunta el niño en la última frase de la obra), resulta muy atractiva en la puesta en escena de Andreas Homoki, que con unos pocos elementos escénicos, un fondo móvil relleno de graffiti y el predominio del blanco y el negro (roto solo por la ropa que irá cambiándose la esposa para seducir y desengañar al marido de su snobismo sentimental) logra una hora de excelente teatro.

A ello contribuye desde luego el elenco, sobre todo la extraordinaria soprano suiza Brigitte Geller, impecable en lo vocal y excepcional como actriz, una magnífica combinación de lirismo expresivo y gesto que jamás sobrepasa los límites de la comedia exquisita para caer en la parodia grotesca. La secunda bien Georg Nigl, acaso un cómico más vulgar, pero con una voz de barítono lírico que fluye con flexibilidad en todo el registro. Algo histriónico, pero muy bien de voz, el tenor Mathias Schulz en su papel de cantante que cree haber conquistado a la esposa y muy elegante Sonia Visentin en su breve participación como la amiga. El veterano Eliahu Inbal logra notable claridad en la orquesta, un ritmo teatral y un tono dramático siempre adecuados. Esta grabación de Dynamic es la única opción que existe en el mercado en formato audiovisual. Muy interesante.
[Diario de Sevilla. 12-11-2011]


ARNOLD SCHOENBERG (1874-1951): VON HEUTE AUF MORGEN 
ópera en un acto Op.32 con libreto de Max Blonda

Georg Nigl, barítono (El marido)
Brigitte Geller, soprano (La esposa)
Sonia Visentin, soprano (La amiga)
Matthias Schulz, tenor (El cantante)
Michelangelo D'Adamo (El niño)

Orquesta del Teatro La Fenice
Director musical: Eliahu Inbal

Director de escena: Andreas Homoki
Escenografía: Frank Philipp Schlössmann
Vestuario: Gideon Davey
Iluminación: Franck Evin

Director de vídeo: Davide Mancini

Subtítulos en alemán, italiano, inglés, francés y español
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DVD DYNAMIC (Diverdi) 33638 [c.60']
Grabación: Diciembre de 2008


miércoles, 16 de noviembre de 2011

Reescribiendo a Haendel

[La Akademie für Alte Musik de Berlín. @ Kristof Fischer]
Curtido en la ópera de Hamburgo, donde fue violinista y tuvo ocasión de presentar sus primeros trabajos escénicos, Haendel inicia su grand tour italiano a finales de 1706 convertido, apenas veinteañero, en una estrella que recibe acogidas casi principescas allá por donde pasa. Establecido en Roma a principios de 1707 es seguramente a final de aquel año cuando le encargan una ópera para Venecia, que no se estrenará hasta finales de 1709 o principios de 1710. Entre medias, Haendel tuvo tiempo de escribir otra ópera (Rodrigo, para Florencia), dos grandes oratorios (Il trionfo del tempo e del disinganno y La Resurrezione, para Roma), una larga serenata epitalámica (Aci, Galatea e Polifemo, para Nápoles) y multitud de cantatas profanas.

Es posible que el encargo veneciano, que contaba con un libretista sobre cuya identidad existen aún hoy dudas, fuera atendido enseguida por el compositor, pero su trabajo original fue modificado luego para la presentación teatral de la obra, que versaba sobre oscuros episodios de la historia romana, con Agrippina como gran protagonista compartiendo drama con Claudio, Nerón y Popea. Primer gran éxito teatral de Haendel, para la producción que Vincent Broussard preparó en 2009 para Berlín, René Jacobs tomó la decisión de restituir la versión original de Agrippina, más cercana al espíritu de los dramas de Monteverdi o Cavalli, con estructura más flexible y más protagonismo del recitativo declamado.

Agrippina es en gran medida una ópera parodia, esto es, su música fue reciclada por su autor de obras anteriores (todos los títulos italianos antes citados, además de cantatas, sus primeras óperas alemanas e incluso trabajos de su maestro en Hamburgo, Reinhard Keiser). Jacobs considera que músico y libretista trabajaron estrechamente unidos y que el resultado es una obra metafórica para la que Haendel tuvo en cuenta el sentido expresivo original de la música reutilizada. En sus estupendas notas al álbum el director belga expone in extenso sus reveladoras ideas al respecto.

Musicalmente, la mano de Jacobs se aprecia no sólo en la intensa y vívida teatralidad de esta interpretación o en la sonoridad clara, brillante y ágil de la extraordinaria Akademie für Alte Musik de Berlín, sino también en el trabajo de ornamentación al que impulsa a sus cantantes, que forman un elenco de gran homogeneidad. Una habitual del director belga es ya Alexandrina Pendatchanska, deslumbrante y poliédrica Agrippina, convenientemente enfatizado su perfil más siniestro. Sunhae Im da a Poppea ese toque de ligereza efervescente que mejor la define y Bejun Mehta es el Ottone vacilante que conviene; en ambos casos, la coloratura resulta espectacularmente definida y articulada. La mezzo americana Jennifer Rivera hace un Nerone tan cálido como vibrante, el barítono Marcos Fink es un sólido Claudio y Neal Davies y Dominique Visse dan vida a la pareja cómica (Pallante y Narciso) con absoluta elegancia, sin la menor estridencia. Un logro referencial para la música del joven Haendel.
[Diario de Sevilla. 5-11-2011]


GEORG FRIEDRICH HAENDEL (1685-1759): AGRIPPINA
drama per musica in tre atti con libreto de ¿Vincenzo Grimani? (versión original, diciembre 1709)

Alexandrina Pendatchanska, soprano (Agrippina)
Jennifer Rivera, mezzosoprano (Nerone)
Sunhae Im, soprano (Poppea)
Bejun Mehta, contratenor (Ottone)
Marcos Fink, bajo-barítono (Claudio)
Neal Davies, bajo-barítono (Pallante)
Dominique Visse, contratenor (Narciso)
Daniel Schmutzhard, bajo (Lesbo)
Akademie für Alte Musik Berlin
Director: René Jacobs
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3 CD HARMONIA MUNDI HMC 902088.90 [61'15'' - 74'40'' - 37'17'']
Grabación: Julio de 2010

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Mitología de la zarzuela

[El Concierto Español en un ensayo con Soledad Cardoso]
Por suerte ha dejado de ser excepcional: aunque la situación no sea ideal, el repertorio barroco español empieza a grabarse de forma habitual y algunos nombres están incluso convirtiéndose en populares para el buen aficionado. El caso de José de Nebra (Calatayud, 1702 - Madrid, 1768) es posiblemente el más llamativo, pues en la última década se ha difundido con cierta regularidad tanto su música sacra como la teatral, y no solo en sellos españoles. Hace muy poco que en esta misma página se cantaban loas a la grabación de Amor aumenta el valor que Luis Antonio González y Los Músicos de Su Alteza hacían para Alpha y a las cantatas sacras que María Espada y Eduardo López-Banzo dejaban en Challenge y ahora hay que volver sobre el músico para cantar las excelencias de una zarzuela singular.

Para obsequio a la deydad, nunca es culto la crueldad, y Iphigenia en Tracia, que es el título completo de la obra, fue el último trabajo teatral de Nebra, quien enseguida se iba a dedicar casi en exclusiva a componer música sacra para la Capilla Real. Con un libreto algo enrevesado, basado en Eurípides y original de Nicolás González Martínez (que confunde torpemente la Táuride con la Tracia), la pieza se estrenó en el Coliseo de la Cruz madrileño en 1747 y es una de las tres zarzuelas de Nebra que han podido ser localizadas.

Aunque algunas de las arias se conocían ya por otros discos (como los de María Bayo con López Banzo y Rousset), faltaba una grabación íntegra de la música, que es lo que ofrece aquí Glossa. Emilio Moreno preparó la obra para una doble interpretación en León y Soria en diciembre de 2010, donde se hicieron las tomas para este doble álbum. Teniendo en cuenta que se trataba de versiones de concierto, Moreno prescindió de la parte declamada, que podía ocupar más de la mitad de la obra original, pero ofreció la música completa, 24 números entre obertura, dípticos recitados-áreas, de nítido origen italiano, coros a cuatro y piezas de estilo español, como las seguidillas o el dúo entre Mochila y Cofieta, los graciosos de la trama.

El Concierto Español se presenta en la formación que era habitual en los teatros madrileños de la época para las grandes ocasiones, con un total de 25 instrumentistas. Moreno conduce con una eficaz vena teatral, privilegiando el contraste y la expresión sobre el refinamiento de la línea. El equipo vocal, que forman cinco voces femeninas (un tenor participa en los coros), es excelente muestra del nivel alcanzado por la música antigua en España. El dúo protagonista lo configuran una Marta Almajano que, como Ifigenia, se muestra en la plena madurez de sus medios y una María Espada (Orestes) que deslumbra por la precisión, profundidad y penetración de sus agudos y por la exuberancia de su ornamentación. Muy tierna y elegante Raquel Andueza en su aria y chisposa en su dúo cómico con una Marta Infante tan expresiva como de costumbre. Completa sin desentonar lo más mínimo Soledad Cardoso.
[Diario de Sevilla. 29-10-2011]


JOSÉ DE NEBRA (1702-1768): IPHIGENIA EN TRACIA 
zarzuela en dos jornadas con libreto de Nicolás González Martínez

Marta Almajano, soprano (Ifigenia)
María Espada, soprano (Orestes)
Raquel Andueza, soprano (Dircea / Mochila)
Soledad Cardoso, soprano (Polidoro)
Marta Infante, mezzosoprano (Cofieta)
Carlos Javier Hernández, tenor

El Concierto Español
Director: Emilio Moreno
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2 CD GLOSSA GCD 920311 (Diverdi) [53'51'' - 43'06'']
Grabación: Diciembre de 2010


Nebra: "Llegar ninguno intente" de Iphigenia en Tracia [7'09''] María Espada. El Concierto Español. Emilio Moreno.

martes, 25 de octubre de 2011

Primavera renacentista

[El conjunto Diabolus in Musica. © Benjamin Dubuis]
Muy poco se sabe de la vida de Johannes Ciconia. Con seguridad murió en Padua en junio o julio de 1412 y lo más posible es que fuera originario de Lieja, pero se sigue discutiendo sobre la fecha de su nacimiento, y ello fundamentalmente por la presencia documental de otros personajes con su mismo nombre, entre ellos su padre, también músico, con el que se lo confundió un tiempo. Con todo, la idea más aceptada hoy es que nació en torno al año 1370. Es posible que pasara por París y que estuviera en Roma y Pavía antes de llegar a Padua hacia 1401, pues en 1402 se le cita ya como empleado de su catedral.

La obra de Ciconia se ha conservado en diversos códices de la época y se nos presenta como un perfecto ejemplo del camino imparable hacia el Renacimiento que empezaba a tomar la música a finales del Trecento, lo que queda claramente de manifiesto en la hermosísima ballata O rosa bella, donde puede olerse ya el perfume de un Dufay. En cualquier caso, en sus obras profanas conservadas, Ciconia utiliza preferentemente las formas fijas del ars nova, tanto en su vertiente francesa (un par de virelais) como en la italiana (ballatas y madrigales). En cuanto a las sacras, los motetes representan el aspecto tardomedieval de su producción, mientras que las partes de misa (Gloria, Credo), apuntan ya a la conversión del común de la Misa en el principal campo de experimentación de los compositores, que caracterizaría a todo el siglo XV.

Aunque desconocido del gran público por su lejanía temporal, Ciconia es reconocido por especialistas y aficionados al período como uno de los grandes maestros de transición entre el medievo y el Renacimiento, por lo que su obra está bien representada en la discografía. En 1980, Paul Van Nevel había grabado ya para el sello Pavana una integral de su producción, que ahora corrige mínimamente esta publicación de Ricercar, al descartar alguna pieza que hoy se sabe estaba mal atribuida al músico. El álbum doble es del máximo interés, y se lo reparten dos conjuntos: La Morra, que dirigen Corina Marti y Michal Gondko, se encarga de la obra profana; Diabolus in Musica, de Antoine Guerber, se hace cargo de la sacra.

Gondko da como válidas diecisiete obras profanas de Ciconia (tres francesas y catorce italianas), que son las que presenta su grupo, hasta cuatro voces bien afinadas y sólidas acompañadas por un pequeño conjunto instrumental que las apoya muy discretamente. No encuentro demasiado sentido al hecho de que tres piezas reciban versiones puramente instrumentales cuando sus textos se conservan. Antoine Guerber plantea el repertorio sacro fundamentalmente a cappella, aunque un órgano portativo y un par de sacabuches dan soporte a determinadas piezas. Diabolus in Musica, que reúne hasta ocho voces, ofrece versiones intensas y exuberantes de los ocho motetes y las diez partes de misa, con recurso a una ornamentación florida, que refuerza el contacto de esta música con el ars subtilior.
[Diario de Sevilla. 22-10-2011]


JOHANNES CICONIA: OPERA OMNIA
La Morra
Directores: Corina Marti & Michal Gondko (CD 1 1-17)
Diabolus in Musica
Director: Antoine Gueber (CD 1 18-21; CD 2)

CD 1
Musique profane
1. Una panthera in compagnia di marte
2. Sus un' fontayne
3. Chi nel servir
4. Le ray au soleil
5. Caçando un giorno [versión instrumental]
6. Per quella strada
7. Con lagreme
8. Chi vole amar [versión instrumental]
9. Dolçe Fortuna
10. Gli atti col dançar
11. La fiamma del to amor
12. Poy che morir
13. Aler m'en veus
14. I cani sono fuora [versión instrumental]
15. Ligiadra donna
16. Merçe o morte
17. O rosa bella

Contrafacta / Canon
18. Regina gloriosa
19. O Petre. Christi discipule
20. O beatum incendium
21. Quod jactatur

CD 2
Motets et mouvements de messe

1. Petrum Marcello Venetum / O Petre antistes inclite
2. O virum omnimoda / O lux et decus / O beate Nicholae
3. Ut per te omnem celitus / Ingens alumnus Padue
4. Gloria nº3
5. Gloria nº4
6. Gloria spiritus et alme nº6
7. Venecie, mundi splendor / Michael qui Stena domus
8. Gloria suscipe trinitas
9. O beatum incendium
10. O felix templum jubila
11. Gloria nº9
12. Doctorum principem / Melodia suavissima / Vir mitis
13. Gloria nº1
14. Credo nº2
15. Albane, misse celitus / Albane doctor maxime
16. Gloria spiritus et alme nº5
17. Credo nº10
18. Gloria nº8
19. O Padua sidus preclarum
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2 CD RICERCAR RIC 316 (Diverdi) [77'52'' - 73'45'']
Grabación: Enero de 2010 (La Morra) y Septiembre de 2010


Ciconia: Credo nº10. [5'59''] Diabolus in Musica. Guerber


miércoles, 19 de octubre de 2011

Sexo y fatalidad

[La Lulú de Berg vista por Olivier Py en el teatro del Liceo © Antonio Bofill]
A la muerte de Alban Berg, el tercer acto de Lulú estaba sin orquestar. Aunque los trabajos pendientes no presentaban dificultades serias para un buen profesional, la viuda de Berg se negó en redondo a permitirlos y no fue hasta su fallecimiento que la obra pudo ser completada: el encargo lo recibió Franz Friedrich Cerha, y la versión definitiva en tres actos se estrenó en París en 1979. El resultado es completamente satisfactorio y desde entonces es prácticamente la única opción que presentan los teatros.

Es Lulú obra compleja y dura, dominada por el destino en forma de deseo incontenible que se teje en torno a su protagonista, la mujer fatal por excelencia, el ser amoral y perverso que ha conocido el éxito mundano y arrastra en su caída a todos los hombres (y a una mujer, la condesa Geschwitz, convertida al final en su amante) con los que su camino se cruza, para terminar sus días como prostituta en un infecto callejón de Londres, donde será asesinada por Jack el Destripador.

En noviembre de 2010, el Liceo de Barcelona presentó la obra en una polémica producción de Olivier Py que se había visto ya en Ginebra. El drama se desarrolla en una sobrecargada escena, de permanentes acciones simultáneas, colores estridentes e iconografía que remite al mundo de George Grosz u Otto Dix. Las referencias al sexo son constantes, pues tras la acción principal se levanta toda una ciudad transparente de burdeles, sex shops y cines porno por el que transita una fauna llena de obsesos, furcias y proxenetas. El coliseo catalán se vio obligado a incluir una nota de advertencia en la oferta de la producción, calificándola como no recomendable para menores de 16 años, un aviso que se repite también en el DVD que acaba de editar Deutsche Grammophon. Teniendo en cuenta la temática de la obra, nada fuera de lo común se ve en escena, y las acusaciones de "pornografía" que se le hicieron en su día resultan enteramente gratuitas.

Una pena que este remedo de escándalo haya puesto sordina a una apuesta teatral que plantea algunas dudas en cuanto a su eficacia en la clarificación de la trama (las acciones simultáneas, los movimientos constantes del decorado y los colores agresivos llegan al exceso y pueden causar aturdimiento), pero que resulta interesante, aunque no original, en su planteamiento de fondo: Olivier Py rescata a Lulú de su depravación, convirtiéndola en una víctima de los hombres, una mujer dominada por una fatalidad inexorable que la conduce al desencadenamiento de la tragedia. Patricia Petibon hace un trabajo excepcional, de una versatilidad extraordinaria, tanto en lo teatral como en lo vocal, dibujando una protagonista conmovedoramente humana. En su torno, Julia Juon, Robert Wörle, Will Hartmann, Paul Groves, Ashley Holland, Kurt Gysen, Franz Grundheber, Silvia de la Muela y varios solistas más conforman un universo de personajes sólido y homogéneo, al que la batuta de Michael Boder crea un marco oscuro y ominoso, cargado de tensiones y claroscuros. Brillante.
[Diario de Sevilla. 15-10-2011]


ALBAN BERG (1885-1935): LULÚ
ópera en tres actos con libreto del compositor a partir de las tragedias El espíritu de la tierra y La caja de Pandora de Frank Wedekind (con la orquestación del tercer acto a cargo de Friedrich Cerha)

Patricia Petibon, soprano (Lulú)
Julia Juon, mezzosoprano (Condesa Geschwitz)
Silvia de la Muela, soprano (Un guardarropas del teatro / Un bachiller / Un novio)
Robert Wörle, tenor (El profesor de medicina / El príncipe / El criado / El marqués / Profesor)
Kurt Gysen, bajo (El banquero / El director de teatro)
Will Hartmann, tenor (El pintor / Un negro)
Ashley Holland,  barítono (Doctor Schön / Jack el Destripador)
Paul Groves, tenor (Alva)
Franz Grundheber, barítono (Schigolch)
Andreas Hörl, bajo (Un domador / Un atleta)
Gabriel Diap, barítono (El comisario de policía)
Isabel Rodríguez García, soprano (Una niña de quince años)
Monique Simon, mezzosoprano (Su madre)
Mariel Aguilar, mezzosoprano (Una decoradora)
Manel Esteve Madrid, barítono (Un periodista)
Marc Pujol, bajo (Un criado)
Jeremy Friedman (Un payaso)

Orquesta Sinfónica del Gran Teatro del Liceo de Barcelona
Director musical: Michael Boder

Director de escena: Olivier Py
Escenografía y vestuario: Pierre-André Weitz
Iluminación: Bertrand Killy

Una coproducción del Gran Teatro del Liceo de Barcelona y el Gran Teatro de Ginebra

Director de vídeo: François Rousillon

Subtítulos en alemán, inglés, francés, español y catalán
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2 DVD DEUTSCHE GRAMMOPHON 00440 073 4637 [c..181']
Grabación: noviembre de 2010



miércoles, 12 de octubre de 2011

Un descubrimiento musicológico

[La Orquesta Barroca de Sevilla]
He recibido un correo electrónico de un musicólogo burgalés con el ruego de que dé difusión a esta nota:

Han escrito por ahí que premiando a la Orquesta Barroca de Sevilla, el Ministerio de Cultura premia a la resistencia y a la excelencia. Yo diría que además se premia a la investigación y a la innovación, pues rescatar del olvido más o menos profundo en el que se encontraban a nombres como los de Pedro Rabassa, Juan Francés Iribarren, Carlos Baguer, Jaime Torrens, Juan Domingo Vidal, Luis de Mendoza y Lagos o Francisco Delgado es una forma de innovar, ahondando en lo mejor del repertorio musical hispánico. Es esta una tarea que me honro en haber compartido con el conjunto sevillano, a cuyo coordinador conocí hace ya más de 20 años en unas arduas jornadas de arqueología gastronómica leonesa.
Sin embargo mi relación directa con la OBS se remonta solo al verano de 2009, cuando trabajando en los archivos de la Catedral de Córdoba sobre un manuscrito de Agustín de Contreras se me pegó literalmente a los dedos una hoja de música ciertamente extraña. La marca de agua del papel era claramente visible y aunque parecía dieciochesca, era por completo desconocida para mí. En el arranque de la partitura identifiqué con claridad el tema de la folía y en el verso, donde terminaba el manuscrito, una enigmática anotación que decía: "Folía baetica. Giº. Valentini-Sanchetti fizo para la ermita de San Benito de la Villa de Sevilla. Anno Dni. MDCC..." (lamentablemente el resto de la fecha aparece rascado y es ilegible, como si alguien se hubiera tomado la molestia de negar a la posteridad la fecha de composición de aquella obra inédita). Habrá ocasiones de narrar la excitación que me produjo el descubrimiento y de contar las pesquisas que me llevaron a descubrir que Giovanni Valentini-Sanchetti fue un violinista y compositor cordobés de origen mantuano que vivió en la segunda mitad del siglo XVII. Pasado un mes del hallazgo, casi nada más sabía yo de él, salvo esa relación con una iglesia sevillana hace tiempo destruida para la que al parecer compuso esta pieza verdaderamente noble y singular del repertorio español de la época, donde tan rara fue la música para conjunto instrumental.
Hecho el descubrimiento y corregidos algunos errores en la descuidada notación de la música, me puse en contacto enseguida con el coordinador de la OBS para comentarle el hallazgo y ofrecerle la posibilidad del estreno mundial de la obra. La receptividad fue como esperaba calurosa y, finalmente, tras algunos problemas con la edición informática de la pieza, la Folía baetica fue estrenada en el Convento de Santa Clara de Sevilla el 1 de junio de 2011 en una sesión que dirigió el violinista italiano Enrico Cassaza. Coincidiendo con el Día de la Fiesta Nacional española y con el galardón que merecidamente ha recibido la Orquesta Barroca de Sevilla en el día de ayer, me gustaría aprovechar su medio para dar difusión a estos datos (junto con el vídeo del estreno de la pieza, lamentablemente difundido ya, sin permiso) que en un futuro próximo ampliaré, pues he decidido consagrar mi profesión a seguir el rastro de Giovanni Valentini-Sanchetti, y los primeros frutos de mis desvelos empiezan a ser relevantes. Tiempo habrá. Agradecido...
Sebastián del Pomo Viejo. Musicólogo

lunes, 10 de octubre de 2011

Javier encuentra a Falla

[Javier Perianes]

Aunque en su madurez Falla renegaría de su producción juvenil, y la mayor parte de sus obras pianísticas son miniaturas escritas con anterioridad a su marcha a París en 1907, hay en estas piezas un encanto que las hace irresistibles para muchos intérpretes. Entre ellos, el onubense Javier Perianes (Nerva, 1978), que las viene ofreciendo en concierto desde antiguo y que las ha incorporado también a esta grabación que acaba de publicar el sello Harmonia Mundi. Al lado de las grandes obras, Perianes incluye el Nocturno de 1896, de resonancias claramente chopinianas; la Mazurca de 1899, donde se oyen ecos de los salones burgueses de todo el XIX; la Serenata andaluza de 1900, en la que el folclore está apenas insinuado, como al desgaire; y la Canción, también de 1900, con su muy evidente referencia a Satie.

Indiscutiblemente, tienen más peso las Cuatro piezas españolas, escritas entre 1906 y 1909, que desvelan un lenguaje vinculado al nacionalismo de Pedrell y bebe también de la cercanía de Albéniz en París. Falla se nutre con maestría del canto popular andaluz, estilizándolo y fundiéndolo con el color orquestal de un Debussy para ese prodigio que son las Noches en los jardines de España, obra subtitulada Impresiones sinfónicas para piano y orquesta que empezó a escribir en 1909 y no estrenaría hasta siete años después. No se aleja de su corriente nacionalista la compleja y virtuosística Fantasía baetica de 1919, encargo de Arthur Rubinstein, aunque en su aspereza se adivina ya el carácter, más abstracto y esencialista, hacia el que viraba su estilo. En 1920, recién instalado en Granada, el gaditano escribe una pieza para guitarra en homenaje fúnebre a Claude Debussy, que él mismo transcribe para el teclado. Habrá que esperar a 1935 para oír por última vez el piano de Falla: es en otro tombeau, este dedicado a Paul Dukas, obra discreta, austera, de una emotiva nobleza.

De Ricardo Viñes, dedicatario de muchas de estas piezas, o José Cubiles, que estrenó las Noches, a Joaquín Achúcarro, que acaba de grabarlas junto a la Filarmónica de Berlín y Rattle, todos los grandes pianistas españolas han frecuentado los pentagramas fallianos (Sánchez, Larrocha, Orozco, Colom, Requejo…) y junto a ellos hay que situar ahora a Javier Perianes, que, con el apoyo de Josep Pons y la BBC Symphony en las Noches, ha firmado un disco excepcional (uno más). El pianista onubense ahonda en el sentido de cada obra con una capacidad extraordinaria para individualizarlas en materia de color y carácter. En las piezas tempranas hay un respeto escrupuloso por cada compás: todo suena fresco, sencillo, pero en absoluto banal o rutinario. El color y la melodía pasan a primer plano en las Cuatro piezas españolas, mientras la Fantasía es un prodigio de claridad, sin que el virtuosismo pase a ser nunca un fin en sí mismo, y en los Homenajes la desnudez queda realzada por una matización detalladísima de las dinámicas. Casi sobra decir que en las Noches el misterio es solo expresivo: las texturas orquestales y la pulsación del onubense resultan de una nitidez esclarecedora.
[Diario de Sevilla. 8-10-2011]


MANUEL DE FALLA (1876-1946)
Javier Perianes, piano
BBC Symphony Orchestra
Director: Josep Pons

1. Cuatro piezas españolas (1906-09):
I. Aragonesa
II. Cubana
III. Montañesa
IV. Andaluza
2. Fantasía baetica (191)
3. Homenaje "Le Tombeau de Claude Debussy" (1920)
4. Pour le tombeau de Paul Dukas (1935)
5. Noches en los Jardines de España (1916)
6. Canción (1900)
7. Nocturno (1896)
8. Mazurka (1899)
9. Serenata andaluza (1900)

BONUS DVD: Javier Perianes sur les pas de Manuel de Falla, un documental de Christian Leblé
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1 CD + 1 DVD Harmonia Mundi HMC 952099 [79'37'' - c.32' (DVD)]
Grabación: Diciembre de 2010 y Enero de 2011


lunes, 3 de octubre de 2011

Los colores del clave

[Alejandro Casal (Sevilla, 1970). © Juan Carlos Vázquez]
Profesor de clave en el Conservatorio Superior Manuel Castillo, clavecinista de la Orquesta Barroca de Sevilla y miembro e impulsor de multitud de conjuntos de cámara, Alejandro Casal (Sevilla, 1970) decidió que había llegado el momento de grabar un disco en solitario, de poder plasmar en un formato duradero su concepción personal de la música que lleva trabajando durante tantos años, y para ello se enfrascó en un proyecto que ha terminado con Diverse, un CD dedicado a Froberger recién publicado por el sello madrileño Enchiriadis.

Johann Jacob Froberger (1616-1667) es una figura crucial del Barroco medio europeo. Alumno de Frescobaldi en Roma, organista imperial en Viena, amigo de laudistas y clavecinistas en París, relacionado algún tiempo con Carisssimi y Matthias Weckmann, desarrolló un lenguaje muy personal en el que se fundían elementos de los dos grandes estilos de la época, el francés y el italiano. Su obra, prácticamente dedicada íntegra al teclado (se han conservado un par de motetes que fueron editados en 1990), nos ha llegado en cinco libros, tres originales de los cinco que publicó en vida y otros dos editados con su obra en Mainz a finales de su siglo. Existe una edición moderna de esta música, debida a uno de sus mejores intérpretes, Siegbert Rampe, que ha sido la utilizada por Casal para la selección incluida en este registro.

Emplea el músico sevillano un instrumento copia de un Claude Labrèche de hacia 1680, un clave híbrido que reúne características de los claves alemanes, italianos y franceses de la época. Además, para un ricercar, una fantasía y la Tocata alla levatione, ha recurrido al órgano de la Real Colegiata de San Hipólito de Córdoba, que fue incluido en el plan Andalucía Barroca y por ello está recientemente restaurado. Las fantasías, ricercares, caprichos y canzonas de Froberger son piezas polifónicas escritas en un estilo tradicional, mientras que las tocatas, muy influidas por Frescobaldi, están cercanas al stylus phantasticus en su alternancia de pasajes libres, improvisados y fugados.

Lo más singular de todo quizá sean las suites, a las que da un sentido moderno, al estructurarlas ya en las cuatro danzas clásicas (allemande, courante, sarabande, gigue), aunque en ocasiones incorpora también movimientos libres, de naturaleza más o menos descriptiva, lo que alcanza a los célebres tombeaux y lamentos, como los que dedicó a su amigo, monsieur de Blancrocher, a su patrón, el emperador Fernando III, y a sí mismo, en la curiosa Meditación hecha sobre mi muerte futura. La aplicación habitual de recursos típicos de los laudistas franceses, lo que en el clave se conoció como style luthé, la originalidad en el tratamiento armónico y melódico, que da al instrumento un color muy particular, se encuentran en la base de la perduración y el éxito de una música que Alejandro Casal toca con una extremada delicadeza en la pulsación, una limpieza en la digitación y una claridad articulatoria y de planos sonoros exquisita.
[Diario de Sevilla. 1-10-2011]


JOHANN JACOB FROBERGER (1616-1667): DIVERSE
Alejandro Casal, clave (Claude Labrèche, c. 1680; copia de Joop Klinkhamer, Ámsterdam, 2008) y órgano (Real Colegiata de San Hipólito de Córdoba)

1. Toccata [II] FbWV 102
2. Partita FbWV 620
3. Tombeau fait à Paris sur la mort de monsieur Blancheroche, lequel se joüe lentement à la discretion sans observer aucune mesure FbWV 632
4. Ricercar [IV] FbWV 404 [órgano]
5. Toccata [V] da sonarsi alla levatione FbWV 105 [órgano]
6. Capriccio [VI] FbWV 506
7. Partita FbWV 615
8. Fantasia [II] FbWV 202 [órgano]
9. Toccata [III] FbWV 103
10. Lamentation faîte sur la mort très douloureuse de sa majesté Imperiale Ferdinand le troisime; et se joüe lentement avec discretion. Anno 1657 FbWV 633
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ENCHIRIADIS EN 2032 (Diverdi) [64'28'']
Grabación: Febrero y Noviembre de 2010


Froberger: Lamentación sobre la muerte de Fernando III. [8'12''] Alejandro Casal